La
delegación de estudiantes busca la libertad de los alumnos
Los
defensores de los derechos de los
estudiantes afianzan su labor de mediación y representación
PALOMA
ALARCÓN PINTÓN. Fuenlabrada. 30/09/14
Toda
universidad debe tener un órgano de representación y defensa del alumno. La Delegación
de estudiantes se encarga de informar,
representar y ayudar a los alumnos a resolver cualquier problema y anteponer
sus derechos ante el poder de los altos cargos de la cátedra. En la Universidad
Rey Juan Carlos de Fuenlabrada, esta unidad está representada por Guillermo
Parras Guzmán, actualmente cursando cuarto curso del
grado en Periodismo.
Los derechos de los
representantes vienen ordenados en el Estatuto de Estudiantes. La Constitución Española de 1978
reconoce en su artículo 27.7 el derecho del alumnado, con
carácter general, a intervenir en el control y gestión de las instituciones del
sistema educativo financiadas con fondos públicos.
A través de las declaraciones de
Guillermo Parras, hemos podido recopilar información complementaria al supuesto
saber de los estudiantes, para así poder conocer de una forma más precisa su
labor.
Según Guillermo, uno de los grandes
problemas que hay ahora mismo es que los alumnos no saben cómo canalizar sus
quejas o sus problemas. Por otro lado, los problemas concretos con los
profesores son los más complejos ya que la Delegación trata de proteger a los
alumnos para que no tengan que ponerle una queja a su profesor directamente.
Guillermo usa la metáfora de ser una pantalla, que haga de esa queja algo
anónimo pero fundamentado.
Los representantes según las palabras de
Guillermo intentan solucionar todo lo que les llega, pero no siempre pueden por
lo que hay cosas que se les escapan y otras que se pierden, pero también hay
victorias y eso “mola mucho”.
El delegado de facultad no entiende la
universidad como un enemigo, es más quiere mejorarla pero a veces suele ser
tarea frustrante ya que no es un órgano democrático sino piramidal; la cúspide
manda. Pero sin duda alguna los alumnos debemos protestar aunque sea por
dignidad. Guillermo como alumno, se queja de que siga en pie la Normativa de
Conducta Académica que según él es “chapucera y con un respeto nulo a los
alumnos y a su desarrollo educativo”.
No hay consecuencias negativas hacia
estos representantes ya que las discusiones que pueda haber se quedan dentro de
su labor, por lo que en su ámbito estudiantil no le afecta nada negativamente,
algo que la gente piensa al contrario.
Hemos podido recopilar algunas de las
protestas más relevantes de los estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos
de Fuenlabrada como el cierre de grados de Igualdad de Géneros, Sociología,
Ciencia política y Gestión pública e Igualdad de Género. Esta protesta supuso
un gran daño a muchos estudiantes, que se sienten indignados ya que se
enteraron que querían eliminar dichas carreras el día antes de la votación, por
lo que decidieron encerrarse en la Universidad de Vicálvaro en señal de
protesta.
Los alumnos defienden “una educación
pública de calidad y se oponen a cualquier recorte que repercuta directamente
en su formación”. En declaraciones a Europa Press, una de las portavoces ha
recalcado que son estudiantes de una universidad “muy tranquila” que “no se caracteriza”,
precisamente por estar todo el día de movilizaciones. Sin embargo, consideran
que esta situación ha sobrepasado los límites y continuarán con sus protestas.
Hay que mencionar que junto con la
aprobación de extinción de grados, se aprobó una nueva ley, conocida entre los
estudiantes como la ley mordaza, ya que reduce sus libertades dentro de la
universidad.
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