miércoles, 14 de enero de 2015

Reportaje sobre la Delegación de estudiantes universitarios

La delegación de estudiantes busca la libertad de los alumnos
Los defensores de  los derechos de los estudiantes afianzan su labor de mediación y representación

PALOMA ALARCÓN PINTÓN. Fuenlabrada. 30/09/14
Toda universidad debe tener un órgano de representación y defensa del alumno. La Delegación de estudiantes se encarga de  informar, representar y ayudar a los alumnos a resolver cualquier problema y anteponer sus derechos ante el poder de los altos cargos de la cátedra. En la Universidad Rey Juan Carlos de Fuenlabrada, esta unidad está representada por Guillermo Parras Guzmán, actualmente cursando cuarto curso del grado en Periodismo.
Los derechos de los representantes vienen ordenados en el Estatuto de Estudiantes. La Constitución Española de 1978 reconoce en su artículo 27.7 el derecho del alumnado, con carácter general, a intervenir en el control y gestión de las instituciones del sistema educativo financiadas con fondos públicos.
A través de las declaraciones de Guillermo Parras, hemos podido recopilar información complementaria al supuesto saber de los estudiantes, para así poder conocer de una forma más precisa su labor.
Según Guillermo, uno de los grandes problemas que hay ahora mismo es que los alumnos no saben cómo canalizar sus quejas o sus problemas. Por otro lado, los problemas concretos con los profesores son los más complejos ya que la Delegación trata de proteger a los alumnos para que no tengan que ponerle una queja a su profesor directamente. Guillermo usa la metáfora de ser una pantalla, que haga de esa queja algo anónimo pero fundamentado.
Los representantes según las palabras de Guillermo intentan solucionar todo lo que les llega, pero no siempre pueden por lo que hay cosas que se les escapan y otras que se pierden, pero también hay victorias y eso “mola mucho”.
El delegado de facultad no entiende la universidad como un enemigo, es más quiere mejorarla pero a veces suele ser tarea frustrante ya que no es un órgano democrático sino piramidal; la cúspide manda. Pero sin duda alguna los alumnos debemos protestar aunque sea por dignidad. Guillermo como alumno, se queja de que siga en pie la Normativa de Conducta Académica que según él es “chapucera y con un respeto nulo a los alumnos y a su desarrollo educativo”.
No hay consecuencias negativas hacia estos representantes ya que las discusiones que pueda haber se quedan dentro de su labor, por lo que en su ámbito estudiantil no le afecta nada negativamente, algo que la gente piensa al contrario.
Hemos podido recopilar algunas de las protestas más relevantes de los estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos de Fuenlabrada como el cierre de grados de Igualdad de Géneros, Sociología, Ciencia política y Gestión pública e Igualdad de Género. Esta protesta supuso un gran daño a muchos estudiantes, que se sienten indignados ya que se enteraron que querían eliminar dichas carreras el día antes de la votación, por lo que decidieron encerrarse en la Universidad de Vicálvaro en señal de protesta.
Los alumnos defienden “una educación pública de calidad y se oponen a cualquier recorte que repercuta directamente en su formación”. En declaraciones a Europa Press, una de las portavoces ha recalcado que son estudiantes de una universidad “muy tranquila” que “no se caracteriza”, precisamente por estar todo el día de movilizaciones. Sin embargo, consideran que esta situación ha sobrepasado los límites y continuarán con sus protestas.
Hay que mencionar que junto con la aprobación de extinción de grados, se aprobó una nueva ley, conocida entre los estudiantes como la ley mordaza, ya que reduce sus libertades dentro de la universidad.

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