Álvaro
Fontalba, actor
“Mi
mayor escuela ha sido trabajar”
TAMARA
VARGAS MORETA. Fuenlabrada. 28/10/14
Sincero,
impulsivo e inquieto. Así se define Álvaro Fontalba, que con tan sólo 20 años
ha trabajado en cine, teatro y televisión. Este joven actor de Parla, dio sus
primeros pasos interpretativos con 12 años. Desde entonces, ha participado en
series como Aquí no hay quien viva o Aída. Con tan sólo 17 años, obtuvo un
papel fijo en la serie Los Quién, de
Antena 3. Actualmente, está inmerso en la gira de la obra Ciudadaníacon la Joven Compañía de Teatro de Parla, donde ha pasado
los últimos seis años.
Pregunta.-Con
la fama que parece tener Parla, ¿ha tenido alguna anécdota curiosa al decir a
los demás de dónde es?
Respuesta.-Nunca me ha supuesto ningún
problema decir que vivo en Parla. Me hace gracia porque hay veces que la gente
se piensa que vives muy lejos, pero no en Parla de verdad, como si fuera un
chiste.
P.-¿Cómo
fue su primera vez actuando?
R.- Lo primero que hice fue figuración especial
en Aquí no hay quien viva cuando
tenía 12 años. Fue muy especial para mí, porque veía a los actores pasar texto
y fue en ese momento en el dije “yo quiero ser como ellos, quiero ser como Luis
Merlo, trabajar con Elena Alterio y disfrutar así de mi trabajo”.
P.-
¿Cómo definiría a Álvaro, el que está fuera del escenario?
R.-Podría definirme en tres palabras:
sincero, impulsivo y dormilón –risas-. También soy muy inquieto, me pongo
nervioso cuando no tengo nada que hacer. Siempre procuro estar haciendo algo, y
al final, acabo cuadrando la agenda de cualquier manera para poder hacer lo que
me gusta y en lo que creo.
P.-Al
intentar tener siempre su agenda llena, ¿renuncia a los domingos de manta, peli
y sofá?
R.-También se necesitan, hay que ser un
poco realista y descansar cuando toca, pero me cuesta llegar a eso. Disfruto de
mi profesión y no me cuesta nada echarle horas y horas. No me parece ni mucho
menos un sacrificio las horas de ensayo que pueda tener, ni me doy cuenta.
P.-
¿Ha notado la crisis en el mundo de la interpretación?
R.-La he notado y la sigo notando, sobre
todo en televisión. No se arrancan proyectos televisivos nuevos, las
productoras no arriesgan y tiran más por caras conocidas. En el teatro, el
mayor problema ha sido la subida del IVA, la gente va
mucho menos de lo que debería y eso se nota en el patio de butacas.
P.-
Debido a la crisis en el sector, ¿se ha visto “obligado” a participar en más
anuncios televisivos?
R.-Sí, y más en los últimos años, esta
es una profesión muy incierta. Cuando he hecho anuncios ha sido más por
necesidad que por gusto, al fin y al cabo uno tiene que vivir. Lo que gano con
la profesión, lo invierto en más formación, porque me parece muy importante no
dejar de formarse. Entonces, cuando no he tenido trabajo y me ha salido
publicidad, que es dinero, no he dicho que no.
P.-Desde
los 12 años interpretando, ¿cómo se ha defendido en ese mundillo?
R.-Durante estos años, he tratado de ser
una esponja, fijarme en todo y preguntar cuando lo veía necesario. También dejarme
aconsejar y ayudar por mis compañeros de profesión. Mi mayor escuela ha sido
trabajar, tener un papel fijo en una serie, o unpapel en una obra de teatro.
P.-¿Suele
estar nervioso antes de un casting, un rodaje o una función?
R.- Nervios siempre tienes, es
inevitable, realmente es lo bonito de esta profesión, que te mantiene siempre
alerta y en un estado de ganas, de ilusión. Los nervios más evidentes son antes
de salir a una función, en el teatro te la juegas.Siempre lo he comparado con
montarte en una montaña rusa, con sus miedos y la adrenalina.
P.-Con
su joven trayectoria, ¿cómo ha sido la fama que ha experimentado?
R.-Cuando he hecho un papel en una serie
de televisión, en el momento que está en emisión, la gente llega a creer que te
conoce porque estás todas las semanas en el salón de su casa. Es algo
instantáneo a lo que no me he llegado a acostumbrar, en el momento que dejas de
salir, ya no se acuerdan de ti. Cuando empecé a ser reconocido por el papel que
tuve en Los Quién, les hacía más gracia
a mis amigos que a mí.
P.-
¿Se ha llevado algún gran chasco o decepción?
R.- El mayor chasco de trabajo, también
me repercutió a mí; que Los Quién
tuviese sólo una temporada. El equipo humano que se hizo era increíble. Que
actores de la talla de Javier Cámara digan que no se han encontrado un equipo
así, te da que pensar. Recuerdo que pensé “a lo mejor esto no me lo vuelvo a
encontrar en la vida” y eso es lo que me dio pena realmente.
P.-
¿Cuánto tiempo ha podido dedicar a ensayar una obra?
R.- Con Fuenteovejuna, de la Joven Compañía de Parla, los fines de semanas
se hacían intensivos de diez de la mañana a diez de la noche, y así estuvimos
seis meses. Pienso que ensayar en realidad no me quita tiempo, me da mucho.
Cuando algo te gusta no te cuesta nada invertir el tiempo que haga falta, ni te
das cuenta
P.-
¿Qué le aporta personalmente ser actor?
R.- Me llena como persona. Me han
llegado mensajes de gente diciendo que gracias a algún papel que he
interpretado, le he abierto los ojos o le cambiado la vida. Eso es muy fuerte
para mí.
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