Agustín Martín Martínez,
Secretario General de Industria a nivel estatal de CCOO
“Las huelgas
siempre sirven para algo, aunque cueste”
Agustín Martín, de
camino al juzgado a la derecha del Secretario General de Podemos, Pablo
Iglesias
Agustín Martín es un madrileño
que comenzó su lucha junto a Comisiones Obreras en el año 1986. Ha estado
presente un muchos de los movimiento sindicalistas llevados a cabo por la
organización. Con el paso del tiempo su responsabilidad fue aumentando, hasta
llegar en la actualidad a Secretario General de la Industria a nivel nacional.
Uno de los casos más recientes ha sido su apoyo a “Los 8 de Airbus” con la
campaña #HuelgaNoEsDelito.
Pregunta-¿Estuvo
en la huelga ocurrida en 2010?
Respuesta-Si,
como responsable de ellos, estuve justo unos minutos antes de que se produjera
el incidente. Airbus es una empresa de miles de trabajadores con una altísima
afiliación a CCOO, somos el sindicato mayoritario de la empresa, lo que se
pretendía como en cualquier huelga general es no quedarse en la cama, sino
demostrar la efectividad de la huelga convocando a los trabajadores y
trabajadoras a las puertas del recinto. Por lo tanto se estaba desarrollando la
huelga desde primeras horas de la mañana en un ambiente de absoluta normalidad.
P-Convocáis la
huelga y vais también a ella…¿Cómo vivió el desarrollo de la huelga?
R-Una
huelga es para escenificar y visibilizar nuestra posición, en este caso la
reforma laboral del Gobierno de Zapatero. En esa época me recorrí prácticamente
todo Madrid para ver las diferentes empresas del ámbito industrial que estaban
secundando la huelga. En términos generales, la huelga desde últimas horas de
la noche tuvo un clima de absoluta normalidad, obviamente con movilizaciones en
las puertas de las factorías industriales y luego con la participación en la
manifestación.
P-¿Hubo alguna
acción determinada que hiciera a los antidisturbios cargar?
R-No,
se ha demostrado con las grabaciones que era un montaje policial para esconder
la utilización desmesurada de los medios represivos, como el uso de fuego real
en una manifestación pacífica. Todo esto con el objetivo de convertir la huelga
en un hecho delictivo.
P-Si no se detuvo
ni se identificó a nadie durante el conflicto, ¿cómo se decidieron las
imputaciones?
R-Es
curioso que en un piquete de más de 600 personas imputaran sólo a las ocho que
tenían cargos de relevancia en el sindicato. En un principio, imputaron a las
doce personas que acudieron al botiquín y en una segunda criba, seleccionaron
sólo a los que tenían cargos sindicales. Se ha sometido a ocho trabajadores
honrados a 17 ruedas de reconocimiento con presos traídos de la cárcel. En
ellas, los policías señalaron como máximos responsables de los altercados a
presos, contradiciéndose a sí mismos.
P-Concretamente,
¿qué esperaban conseguir con la huelga?
R-Las
huelgas siempre tienen un principal objetivo, que es visibilizar nuestra
posición con los diferentes elementos que consideramos perjudiciales para todos
los trabajadores y obviamente se trata de conseguir que retiren las medidas que
son nocivas para todos los trabajadores. En el caso de esta huelga fue un toque de
atención al gobierno del Partido Socialista. Lamentablemente, con las
elecciones generales salió el Partido Popular que volvió a crear una segunda
reforma laboral, la cual combatimos con otra huelga general.
P-Desde esa huelga
hasta la actualidad ¿qué ha cambiado para los trabajadores?
R-
Del 2008 al 2016 seguimos en una situación de intranquilidad y de preocupación
del sector industrial, se sigue destruyendo empleo en la industria. Pero con las huelgas siempre se consiguen
cosas, aunque cuesten, por lo que no hay que dejar de hacerlas.
P-¿Cómo es el apoyo
que han recibido los trabajadores?
R-
Hemos recibido apoyo del mundo laboral y político, desde Podemos e Izquierda
Unidad, entre otros, y también hemos influido en innumerables puntos de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas.
La campaña “Huelga no es delito” está en el núcleo del sindicalismo
europeo, porque esto no es un hecho aislado de nuestro país, esto
está pasando en Francia o Bélgica
también, donde se está criminalizando a los trabajadores.
P-¿Cómo se ha
vivido la absolución desde CCOO?
R-Con mucha
alegría y no ha sido fácil, pero a nivel personal tengo que agradecer el valor y el coraje de cada uno de ellos y
sus familias. Les ofrecieron pactos entremedias de los juicios para reducir las
condenas y ninguno lo aceptó porque lo que estaban decidiendo no era su
situación individual, sino un derecho colectivo y esa es la grandeza del movimiento sindical.
P-¿Cree que esto va a cambiar la actuación de la
justicia en casos similares?
R-No, porque lo
que hay que hacer es regular el artículo 315.3 del Código Penal, que ya hemos
tratado de proponerlo en el nuevo parlamento a través de Podemos, IU y los
partidos socialistas, para que vayan directamente a derogar ese artículo que
atenta contra el derecho de los trabajadores y que curiosamente proviene del Código Penal franquista, que en los años 70 se
creó para acabar con las huelgas que hacían peligrar el régimen.
P-¿Qué hay de la parte del artículo que pide penas
para los que te impiden ejercer el derecho a huelga?
R-Curiosamente
esa parte nunca se ha aplicado. Ahora me preguntaría si en este país hay
libertades y derechos, como el derecho al trabajo, ya que hay millones de
parados y la libertad para ejercer la afiliación sindical de forma transparente
con las empresas.
P-¿Cuál cree que es la solución a este problema?
R-Esto sólo se
va a cambiar a partir de que se configure un gobierno de progreso que tenga
como objetivo revertir estas las leyes opresoras.
P-¿Qué le diría a
la gente que tiene miedo de hacer huelga por si le pasa algo similar a los
manifestantes de Airbus?
R-Le
diría que lo importante es que se organicen y que no tengan miedo, porque se
puede ir contra un ciudadano, pero no se puede ir contra todos. Si tenemos
miedo a ejecutar un derecho fundamental, entonces no estamos en democracia, ni
en un país de libertad.