La
URJC, impasible ante el despido de sus bedeles
Los
99 conserjes de la plantilla de la URJC dejarán de trabajar a partir del 1 de
octubre, sin paro y sin indemnizaciones
TAMARA
VARGAS MORETA. Fuenlabrada. 30/09/14
“Vamos
a denunciar, lógicamente, vamos a denunciar por despido improcedente. A partir
del día 1, a luchar”, afirma una de los 99 bedeles que van a despedir mañana en
la Universidad Rey Juan Carlos.
La URJC finaliza este mes su contrato
con Munda Ingenieros, empresa que
ofrece a la universidad el servicio de bedeles. Navalservicees el nombre de la nueva empresa que realizará el
servicio de auxiliares. Esta nueva empresa no tiene la obligación de subrogar
el contrato a los 99 bedeles actuales. A cambio, Navalservicecontará con 49 nuevos trabajadores,es decir, la mitad
del personal que hasta hoy día ha estado trabajando. Laplantilla la formarán
nuevos empleados, por lo tanto, los 99 bedeles de la URJC, con muchos años de
experiencia, se verán en situación de desempleo.
La empresa que hasta ahora cubría el
servicio, Munda Ingenieros, intentó
en enero despedir a treintaconserjes de su plantilla. Esta reducción de
personal fue el motivo por el que se hizo la huelga de bedeles el pasado curso.
Finalmente, se pactó un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) de
ochenta días sin trabajar, por año y por trabajador, según cuenta María Teresa
Santos Rodríguez, una de los bedeles.“Gracias a la huelga, no hubo despidos y se
permitió la jubilación anticipada”, añadió M. ª Teresa.
“Nos echan con una mano delante y
otra detrás. Sin indemnización ni paro”, cuenta Pepi, auxiliar con trece años
de experiencia. La salida de la empresa Munda
Ingenieros, va a implicar la salida también de los 99 bedeles, ya que esta
empresa no se hace cargo de ellos y los disuelve. “Tenemos el salario mínimo
que se puede tener, tenemos contratos basura” señala la bedel Pepi. Y es que,
en estos años, las condiciones de trabajo de los bedeles han sido pésimas,
cobrando el salario mínimo interprofesional y teniendo cada uno de ellos
contratos distintos. Ahora tendrán que apañárselas para buscar sus abogados, ya
que quieren llevar a juicio su despido.
La URJC ha destinado menos dinero a la
contratación del servicio de conserjes y, por ello, Navalservice ha supuesto un ahorro para la universidad, contratando
la mitad de auxiliares para un mismo servicio. “La universidad no se ha
mantenido al margen, es una de las culpables de esta situación. No entiendo
cómo una universidad, si no tiene pérdidas, tiene que recortar”, afirma
Mercedes del Hoyo, decana de Ciencias de la Comunicación de la URJC.
“Quieren reducir a la mitad la plantilla
de auxiliares y dejar únicamente un auxiliar en edificios que tienen tres
plantas y muchas aulas”, comenta María Teresa Santos Rodríguez, bedel con más
de diez años de experiencia.Los bedeles, aparte de realizar funciones como
abrir las puertas, preparar las clases o atender a las personas que llegan,
también están al tanto del material disponibleen cada laboratorio y los equipos
que se prestan. Muchos bedeles señalan que sería imposible que una sola persona
se encargase de grandes edificios de tres plantas, con muchas aulas y
laboratorios; cosa que pasaría con la reducción de la plantilla a 49 personas.
“Me parece que hacen un trabajo imprescindible y son necesarios todos los que
están en este momento”, apunta la decana Mercedes del Hoyo.
Montse, auxiliar de la URJC, comentó:
“Podríamos haber hecho otra huelga, pero el sindicato nos frenó para que no lo
hiciéramos y después ya no ha habido tiempo. Nos hemos visto un poco engañados
en ese sentido”. Distintos empleados de la URJC de Fuenlabrada, han expresado
que se han sentido desamparados por parte de la universidad y de los
sindicatos, como Comisiones Obreras.
Ahora tendrán que buscar el máximo apoyo
e intentar que los subroguen o se les indemnice. Habrá que ver lo que sucede en
los próximos meses. Sin olvidar que muchos de los 99 bedeles desempleados, que
llevan a sus espaldas hasta veinte años en el puesto, tendrán grandes
dificultades para volver a incorporarse al mercado laboral debido a su edad y
la realidad del paro actual en España.
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