Bedeles
de la URJC pierden su trabajo
100
trabajadores son despedidos sin indemnizaciones ni paro
SARA
MARTÍN GARCÍA, Fuenlabrada. 30/09/14
“La
gente que entra no quiere quedarse con nosotras, y la que se va tampoco nos
quiere indemnizar, ni liquidar. Quieren soltarnos tranquilamente, sin
arreglarnos papeles ni nada”.
De nada han servido los esfuerzos de los
bedeles de la Universidad Rey Juan Carlos por salvar su trabajo. El 30 de
septiembre finaliza su contrato con esta Universidad en la que han estado trabajando,
muchos de ellos entre 10 y 15 años, prestando servicios a la universidad tales
como abrir las puertas de las aulas, preparar las clases para los profesores,
atender el teléfono y ayudar a los alumnos y profesores a encontrar sus
respectivas salas.
La situación de los bedeles ha ido
empeorando desde diciembre del año pasado, cuando empezó esta lucha constante
por mantener sus trabajos. Ya en enero, se convocó una huelga indefinida en
todos los Campus con los que cuenta la Universidad (Fuenlabrada, Móstoles,
Alcorcón y Vicálvaro). Consiguieron parar el despido de 30 personas y firmar un
ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) con la empresa saliente, el
cual “no nos ha beneficiado mucho”, comenta Montse, una de las afectadas por
los despidos. Esta huelga de enero fue respaldada por el sindicato de
Comisiones Obreras, el mismo que ha frenado a los bedeles para que no se
hiciera en esta ocasión.
Hace menos de un mes, la empresa Munda Ingenieros S.L. informó a los
trabajadores que sus contratos finalizaban en septiembre, debido a la entrada
de una empresa nueva, Naval Service. “En
principio, no nos han dicho que nos van a echar. Nos han dicho que la empresa
con la que estábamos trabajando no estaba en el concurso”, cuenta Montse.“Sin
embargo, de la noche a la mañana, reducen personal y no se quedan con ninguna
de nosotras”, aclara Pepi, otra de las bedeles. La empresa entrante va a
renovar el personal, reduciendo su número a la mitad. Esto significa que se
dispondrá de un bedel por cada dos edificios, quedándose en este campus “seis
por la mañana y seis por la tarde, cuando, habitualmente estábamos 23”, explica
Montse.
En la otra cara de la moneda,
encontramos ala Universidad Rey Juan Carlos, responsable de estos despidos
debido a los recortes de presupuesto que se han llevado a cabo. Aunque no todos
los directivos están de acuerdo con la decisión tomada. Un ejemplo es la Decana
de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Fuenlabrada, Mercedes del Hoyo,
no se ha mantenido al margen y alega que no entiende esta reducción de personal
si la Universidad no registra pérdidas. “Yo no despediría a nadie. Me parece
que hacen un trabajo imprescindible y son necesarios todos los que están en el
centro”, añade.
Los alumnos, también, han mostrado su
disconformidad en las distintas redes sociales, como en Twitter a través de la
cuenta @TomalaURJC.
Habrá que esperar a los tribunales
donde se decidirá el futuro de estos trabajadores, los cuales se han visto
obligados a contratar cada uno su propio abogado, ya que tenían firmados
contratos diferentes con la empresa saliente. “Vamos a denunciar, lógicamente.
Vamos a hacer una denuncia por despido improcedente y a ver qué pasa”, relata
Montse.
“Nos echan con una mano por delante
y otra por detrás”, dice Pepi. Después de este suceso, y teniendo en cuenta que
la edad de la mayoría de las personas afectadas ronda los 50 años, la situación
laboral de estos trabajadores va a empeorar. “Tal y como está la cosa, dentro
de lo malo, creo que soy la menos perjudicada en esto debido a mi edad”, cuenta
Marta, bedel de 23 años. “Y, ahora, a partir del día 1 a luchar”.
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