La Universidad Rey Juan
Carlos dice adiós a sus bedeles
AMANDA CRESPO
OVIEDO, Fuenlabrada. 30/09/2014
Parecía que
habían ganado la guerra cuando el curso pasado consiguieron, tras una huelga
indefinida que comenzó el 20 de enero y duró tan solo dos días, pactar con la
empresa MundaIngenieros un ERTE de ochenta días por año y trabajador durante
cuatro años. Las condiciones eran seguir con la misma contrata y el traslado
voluntario de cuatro trabajadores, paralizando así los despidos que querían
realizar del 30% de la plantilla y las bajadas salariales. Sin embargo, una vez
comenzado el nuevo curso, los bedeles son avisados de que en menos de un mes,
el 30 de septiembre, tienen que abandonar sus puestos de trabajo.
Debido al cese
de la contrata con la que estaban (MundaIngenieros) entra LavalService que no
quiere hacerse cargo de los trabajadores porque están subrogados. Esta
nueva empresa pretende llevar a cabo una reducción del 50% de la plantilla, sin
concretar si van a ser nuevos o antiguos trabajadores, siempre y cuando
renuncien a los derechos adquiridos por
antigüedad en el puesto de trabajo.También les informan de que no tendrán
derecho a cobrar el paro ni ninguna indemnización. Ante esta noticia María
Teresa,con catorce años de servicio como bedel en el Campus de Fuenlabrada,
declara: "Nos van a liquidar. La indemnización se tendrá que pelear en los
tribunales, juntos o por separado. Sólo pido hacer un trabajo por el que te
paguen una cantidad justa".
Los bedeles, más
conocidos como conserjes, son los encargados de las llaves de un edificio o
establecimiento público, en especial de los centros de enseñanza, vigilan y
mantienen el orden fuera de las aulas, además de realizar otros trabajos auxiliares como atender el teléfono, direccionar a las
personas, así como ayudar a los alumnos en lo que necesiten. "Si alguien se
pone malo le hago una tila de las mías", cuenta María Teresa.
Estos cien
despidos son consecuencia de los recortes de la Universidad Rey Juan Carlos en
los fondos destinados a estos servicios, a pesar de que es una universidad que
no presenta pérdidas. "No tiene sentido", asegura Mercedes del Hoyo, Decana y
profesora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la URJC, y añade: "La función que hacen los bedeles es esencial y no hacen el trabajo que no
quieren hacer los profesores, mi pizarra me la borro yo, un bedel va más
allá". Además, piensa que la falta de los mismos producirá un deterioro del
servicio y "tirará por la borda" la experiencia de los empleados, algo que
afectará negativamente tanto a
profesores como a alumnos.
A través de la
asamblea TomalaURJC coordinada con Tomalafacultad los alumnos se movilizan en
solidaridad con los trabajadores despedidos. El
próximo miércoles 1 de octubre se llevará a cabo una asamblea de
presentación en el patio del Campus de Vicálvaro a las 14h donde se hablará de
este tema entre otros, con el lema: "Por una URJC universal, gratuita, laica y
de calidad".
Llegados a este
punto los bedeles no tienen tiempo de manifestarse y culpan al sindicato CCOO y
a Pedro Garijo, responsable de Empleo de Construcción y Servicios de Comisiones
Obreras de Madrid con el que han estado reuniéndose. "Nos dijeron que no
hiciéramos huelga para evitar despidos, pero una vez llegaron no hay nadie que
nos haya apoyado. Sólo en principio nos dijeron lo que teníamos que hacer y
después nos hemos visto desamparados. Nos han dejado a la deriva y cada uno
hemos tenido que buscar asesoramiento por otra parte", asegura Montse, bedel
afectada del Campus de Fuenlabrada.
Desde el
sindicato guardan silencio. Las bedeles miembros del comité sindical se han
negado a dar sus nombres y a hacer declaraciones porque "es un tema muy
delicado". Por ahora, alega "Pepi", bedel afectada: "tras años de servicio
ya sólo nos queda luchar".
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